Visita A La Casa-Museo de Marie Curie. Vida Y Descubrimientos De La Insigne Científica Polaca.

  

En la calle Freta, 16, 00-227 Varsovia, en la misma casa familiar reconstruida se encuentra el museo de la insigne científica descubridora de la radiactividad y del elemento Polonio y Radio.

Tras la Segunda Guerra Mundial y la devastación y destrucción de la ciudad, se reconstruyó el casco histórico y también el edificio donde se ubica la casa-museo.

La científica Maria Sklodowska nació el 7 de noviembre de 1867 en Varsovia y era la menor de cinco hijos.

Sus padres, Wladyslaw y Marianna Bronislava, eran profesores en la escuela de la calle Freta 16. Era una familia polaca de clase media, culta y nacionalista y que sufrió la represión zarista (entonces Polonia pertenecía a Rusia).

Sus padres tenían una sólida formación cultural. Su madre estudió magisterio y dirigió un internado para señoritas (abandonó esta labor tras el nacimiento de su primera hija).

Su padre Wladyslaw que estudió Ciencias en la Universidad de Varsovia impartía clases de Matemáticas y Física y dirigía dos liceos masculinos.

Un año antes de nacer Maria fue relegado de sus cargos de importancia por sus ideas nacionalistas y tuvo que impartir clases de física y Matemáticas en un instituto de enseñanza media.

La mala situación de la familia no les desmotivó: la madre daba clases particulares de piano y en la casa familiar alojaban a estudiantes llegados a Varsovia.

Uno de esos internos contrajo el tifus y contagió a la hermana mayor Sofía, que falleció a los 14 años. Maria solía referirse a esta pérdida como su "primer enfrentamiento con la realidad".

Dos años después su madre, murió de tuberculosis debido la debilidad que sufría por las estrecheces económicas, el exceso de trabajo y la pena por la pérdida de su hija.

La muerte de su madre (ella contaba con 10 años) la sumió en un dolor terrible y se convirtió en una adolescente muy unida a su padre, retraída y estudiosa. Se refugió en su hermana Bronia.

El padre tenía un laboratorio familiar y allí experimentaba asesorada e instruida por él. 

La pequeña Mania (apelativo cariñoso en la familia) aprendió a leer a los cuatro años y terminó la escuela obligatoria con una medalla de oro por su aprovechamiento en 1883, un año antes de la edad habitual de finalización.

En 1884 una profunda crisis personal le llevó a su padre a enviarla a la campiña polaca con unos parientes. Por eso, siempre Maria necesitó el contacto con la naturaleza para enfrentarse a las dificultades que sufrió durante toda su vida.

Al regresar a Varsovia, un año después, quiso ingresar en la universidad, pero en Polonia las mujeres tenían prohibido el acceso.

Entonces acudió a una institución privada y clandestina (Universidad Flotante o Itinerante) de educación superior que impartía las clases íntegramente en polaco en casas particulares.

De esta forma, las mujeres y los hombres sin recursos podían acceder a esta formación de unas 6 horas por semana y que se extendía durante cinco o seis años.

Maria ejerció durante estos años (1886-1889) labores de institutriz y profesora, también en esta universidad clandestina, lo que refuerza su pasión por el saber, su compromiso con la educación y la igualdad de oportunidades.

Así consiguió dinero para costear los estudios de medicina de su hemana Bronia en la universidad en París.

Posteriormente, fue Bronia la que alentó a Maria a instalarse en París en 1891 para estudiar en la Universidad de la Sorbona.

Sus condiciones de vida en una buhardilla humilde, con un frío terrible en invierno y un enorme calor en verano, estrecheces para mantener sus estudios en detrimento de su alimentación y salud, evidencian el tesón, el esfuerzo y el sacrificio de esta brillante y talentosa mujer.

En solo dos años obtuvo la Licenciatura en Físicas y  al año siguiente la de Matemáticas (1893).

En 1894 conoció en la universidad a Pierre Curie en el laboratorio de Gabriel Lippmann donde estudiaba el magnetismo.

Este encuentro fue decisivo en sus vidas. Unieron su proyecto vital de pareja con la investigación. 

En 1898 Marie y Pierre Curie anunciaron el descubrimiento de un nuevo elemento al que denominaron Polonio (por su país natal) y un poco después identificaron al Radio.

Su tarea investigadora fue titánica. 

Removieron toneladas de una mineral llamado pechblenda para extraer cantidades pequeñas de material radiactivo.

El Premio Nobel de Física de 1903 recayó en la pareja compartido  junto a Henri Becquerel por el descubrimiento de la radiactividad. Fue la primera mujer en recibir el importante premio de la Fundación Nobel.

Ya en solitario pues su querido Pierre falleció de un accidente en 1906 (recomiendo el libro "La ridícula idea de no volver a verte" de Rosa Montero que parte de los diarios de Marie Curie escritos tras la repentina muerte accidental de Pierre), siguió perseverando en su tarea investigadora. 

En 1906 asumió, no sin las discrepancias machistas de sus colegas universitarios que criticaban hasta su vida personal, la cátedra de Pierre en la Sorbona. Este hecho la convirtió en la primera mujer profesora en la célebre universidad.

Fruto de sus trabajos recibió su segundo premio Nobel, esta vez en Química, en 1911.

Durante la Primera Guerra Mundial Marie Curie promovió el uso de los Rayos X para el diagnóstico de las terribles lesiones de los soldados en el frente.

Ella formaba al personal en el manejo de los aparatos de RX y a la vez hacía radiografías.

Junto a su hija Irène condujo vehículos con equipos de rayos X portátiles a los que se denominó "petites Curies". De nuevo se evidencia el tesón, la humanidad, el afán de servicio y el compromiso de esta gran mujer.

En el museo se exponen objetos, fotografías, escritos, instrumental y objetos de la científica de forma cronológica, amena y estéticamente impecable.

Marie Curie murió en 1934 de leucemia, provocada por la exposición prolongada a la radiación. 

Aunque sus restos se enterraron en la tumba familiar en Sceaux, en 1995, se trasladaron junto a los de Pierre Curie al Panteón de los Grandes Hombres en París donde reposan.

El museo realiza también muchas actividades culturales relacionadas con la vida de Marie Curie y su familia.

Me encantó la visita a este lugar. Antes de estudiar la licenciatura de Químicas ya conocía la vida de esta científica y admiraba su figura, como mujer y como investigadora.

Un ejemplo e inspiración no sólo para personas científicas sino para toda la sociedad.


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