Gasolina ¿Con O Sin Plomo?

La gasolina es la mezcla de hidrocarburos alifáticos (de cadena lineal, no cíclicos) obtenida del petróleo por destilación fraccionada. Se usa como combustible en los motores de combustión interna, principalmente.

Cuando los hidrocarburos de las gasolinas se queman para obtener la energía de propulsión, por el tubo de escape se expulsan una serie de compuestos:

1. Hidrocarburos sin quemar
2. Monóxido de carbono (CO)
3. Óxidos de nitrógeno
4. Aditivos del combustible

Para reducir las cantidades de estos contaminantes, los vehículos incorporan el Catalizador  o convertidor catalítico. 

Los gases, tras la combustión, atraviesan el convertidor y el catalizador (suelen ser metales como platino, rodio u óxidos de otros metales de transición) los transforma en otras sustancias menos contaminantes o inocuas.


También los óxidos de nitrógeno, gracias al catalizador, se transforman en gas nitrógeno (N2).

La efectividad de los conversores catalíticos es elevada, lográndose hasta un 85% de reducción en la emisión de gases contaminantes. Pero hay varias pegas.

En el cilindro del motor del automóvil, cuando se quema la gasolina, la explosión debe ser suave y continua para empujar al pistón. Si la combustión es muy rápida, tiene ligar una detonación que hace que el pistón se mueva bruscamente, con la consiguiente falta de efectividad del motor.


El ÍNDICE DE OCTANO de una gasolina es un parámetro que mide su capacidad antidetonante. Un alto índice de octano en gasolinas indica una combustión más suave y eficaz.

A partir de los años 20, debido a los requerimientos de mayor efectividad en los motores, se decidió aumentar el índice de octano mediante la adición de plomo o manganeso en la gasolina.

El aditivo más utilizado como antidetonante es el tetraetil-plomo.

Los metales pesados como plomo, mercurio, manganeso, cadmio... no sólo son nocivos y contaminantes, sino tabién son perniciosos para la salud.

Se fijan en los tejidos e interfieren en la síntesis de hemoglobina. Sus efectos se notan en el sistema nervioso central y produce un aumento de la sensibilidad del miocardio a la adrenalina.

Otro problema que genera el plomo (en concreto el TEP) es el envenenamiento del conversor catalítico, que hacen que el catalizador se inutilice.

Los catalizadores son caros (al serlo los metales con los que están elaborados) y además, un problema añadido es que no son compatibles con los aditivos de plomo antidetonantes.

Por eso, además de la investigación en catalizadores y conversores, se ha estudiado el desarrollo de combustibles sin plomo.

Desde 1993, en España todos los vehículos nuevos utilizaban gasolina sin plomo. A partir de 2002, la gasolina super sin plomo deja de comercializarse en España y se sustituye por una de características semejantes, de 97 octanos, pero sin plomo.

Hay otros aditivos antidetonantes como el MTBE (metil-tercbutil- éter), que carece de plomo.

Metil-tercbutil-éter (MTBE)



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