Galileo Y El Sonido

Aunque Galileo es mundialmente conocido por su aportación a la astronomía, era un hombre inquieto y con curiosidad natural por todo lo que le rodeaba.

Fue capaz de medir la velocidad del sonido en el siglo XVIII y lo hizo de una forma tan sencilla como ingeniosa.

Se situó de noche a 3500 m de un cañón y contó pausadamente el tiempo que transcurría desde que veía el destello del disparo hasta que escuchaba el cañonazo.

Utilizó un péndulo como instrumento de medida y comprobó que el cañonazo se oía, aproximadamente, a los diez segundos.

De esta manera descubrió que las ondas sonoras viajan a 350 m/s, un resultado excelente para ser la primera vez que se hacía la medición y los medios empleados para hacerla. La medida real es de 343 m/s a una temperatura de 20ºC.

No es la ayudante de Galileo,
sino Agustina de Aragón

Galileo sospechaba que las ondas luminosas viajaban mucho más deprisa y realizó otro brillante experimento para comprobarlo.

Situó a dos ayudantes, uno enfrente del otro con dos faroles apagados.

Cuando uno encendía el suyo, el compañero le imitaba. Hicieron muchos ensayos hasta conseguir hacerlo casi al mismo tiempo.

Luego se situaron a un kilómetro de distancia y volvieron a repetir la prueba.

Si la luz viajaba en el tiempo, entonces tendrían que observar cierto retraso en el encendido del segundo farol.

El resultado no fue el esperado por Galileo, que veía cómo los dos ayudantes encendían casi simultáneamente su farol.

Como todos sabéis, Galileo era perseverante y siempre siguió creyendo en la existencia de una luz "viajera" a pesar de los resultados negativos.