Un Asunto De Gravedad

Kepler consiguió explicar matemáticamente el movimiento de los planetas, pero no logró explicar su causa, aunque también la había buscado, sin éxito en las fuerzas de atracción magnética.

Cuando se le preguntó a Newton cómo había alcanzado a ver tan lejos, refiriéndose a su comprensión de las causas que que gobiernan el Universo, él respondió: "porque me subí a hombros de gigantes".

Newton, como todos los grandes pensadores, partió del conocimiento de otras grandes inteligencias que le precedieron Copérnico, Tycho Brahe, Kepler y Galileo).

Newton afirmó que el comportamiento de las fuerzas ocultas que gobiernan la naturaleza había que buscarlo estudiando el movimiento de los cuerpos gobernados por ellas.


Razonaba de la siguiente manera: "...todo el problema de la ciencia parece consistir en esto: partiendo de los fenómenos de los movimientos, investigar las fuerzas de la naturaleza y partiendo de éstas, demostrar los demás fenómenos..."




Pensando así, pudo explicar gracias a un experimento mental (tan sencillo como genial), la forma de actuar de las fuerzas gravitatorias, a la par que describió, por vez primera, la manera de poner en órbita un satélite artificial.

 

Supongamos, explicaba Newton que subimos a un alta montaña y lanzamos una piedra en dirección horizontal:
  • Si no existiera la gravedad, seguiría una trayectoria rectilínea (según el principio de inercia), pero su peso (la fuerza de gravedad) le obliga a curvar su trayectoria y a describir una parábola que le hace caer al suelo.
  • Si repetimos el experimento con mayor velocidad horizontal, la piedra caerá cada vez más lejos.
  • Habrá una velocidad para la que la piedra no encuentre a la Tierra en su movimiento de caída y quedará eternamente girando alrededor de La Tierra, como un satélite.
La Luna, por su inercia, se alejaría eternamente de la Tierra, con movimiento rectilíneo y uniforme, a no ser porque ésta la atrae con una fuerza gravitatoria que curva su trayectoria y la obliga a caer, haciéndola girar a su alrededor. El mismo efecto hace el Sol con los planetas.

Conclusión que constituye la gran síntesis de Newton: las fuerzas gravitatorias que rigen el comportamiento de los cuerpos en la Tierra, como la caída de las manzanas, son las mismas que mueven a los planetas y resto del Universo. Esto equivale a afirmar que no existe un mundo celestial y otro sublunar, sino un único mundo regido por leyes universales.



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