Oxígeno: Indicio De Vida


Los primeros seres vivos de nuestro planeta estaban felices porque nuestra atmósfera no contenía oxígeno y así fue que esta molécula gaseosa, inodora e incolora constituyó un terrible enemigo durante mil millones de años.

Pero hicieron su aparición, hace 3000 millones de años, los primeros organismos fotosintéticos que convertían agua y dióxido de carbono (que entonces era muy abundante en la atmósfera) en compuestos hidrocarbonados, emitiendo al medio el oxígeno como residuo.


El oxígeno era entonces un potente veneno que contaminaba, poco a poco, el aire de esa atmósfera primitiva.

Pasaron 500 millones de años (nos encontramos en nuestra escala hace 2500 millones de años) y la concentración de oxígeno O2 era ya lo suficientemente importante como para que los organismos anaeróbicos comenzaran a desaparecer, pues no podían soportar a la "venenosa" molécula.

Los que resistieron se acostumbraron a convivir con él e incluso obtuvieron alguna ventaja.

Llegaron a aprovechar su alta reactividad química para usarla en la combustión de los compuesto carbonados que conforman los alimentos.

Si las plantas y las algas que realizan la fotosíntesis, emitiendo de forma continua O2 nuevo al aire, desaparecieran, la atmósfera terrestre no tardaría en desaparecer también.

Lógicamente, por su reactividad, el oxígeno se combinaría con todo tipo de materiales de la superficie para formar óxidos.

Por esta razón, los astrónomos están convencidos de que la presencia de oxígeno en la atmósfera de un planeta puede considerarse como un indicio de vida.

Ganímedes, el satélite mayor de Júpiter

Ya han encontrado restos de oxígeno en dos satélites de júpiter: Ganímedes y Europa, por lo que se piensa en enviar naves para comprobar si la presencia de oxígeno se debe a la existencia de vida.

En los últimos años se han descubierto un centenar de planetas en torno a otras estrellas (detectados indirectamente).

La Agencia Espacial Europea proyectó lanzar la sonda Planck, un telescopio especial de infrarrojos que permite observar estos planetas y estudiar su atmósfera a la búsqueda de la molécula de oxígeno.

El lanzamiento del satélite Planck se produjo a las 10:15 (hora de la Guayana Francesa desde donde fue lanzado) del 14 de mayo de 2009.

Se diseñó para detectar las anisotropías del fondo cósmico de microondas del firmamento.

Los detectores que contiene su telescopio operan convirtiendo la radiación en calor.

El 5 de julio de 2010 la misión Planck emitió su primera imagen de todo el cielo.

La sonda sigue enviando miles de datos que son tratados y estudiados por centros de investigación de todo el mundo, aunque aún es pronto para sacar conclusiones.


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