La Unión Astronómica Internacional (UAI) aprobó en agosto de 2006 una nueva definición de planeta, cuya consecuencia más inmediata fue la pérdida del estatus de planeta por parte de Plutón. De este modo, el sistema solar consta sólo de 8 planetas.
Tras décadas de búsqueda de un décimo planeta lo que se encontraron fueron nuevos cuerpos celestes y cada vez resultaba más insostenible la inclusión de Plutón en la definición de planeta.
Más allá de la órbita de Neptuno, en el anillo conocido como cinturón de Kuiper, han ido apareciendo cientos de cuerpos celestes helados, algunos incluso de elevado tamaño.
El causante del problema fue el hallazgo en 2003 de Eris (anteriormente denominado Xena) con un tamaño superior a Plutón.
Si permanecía Plutón en la definición de planeta, entonces había que incluir a Eris, además de integrar también a varios cuerpos del cinturón de Kuiper e incluso a Ceres, el mayor de los asteroides.
La nueva definición de planeta es: Cuerpo que orbita en torno a una estrella, cuya masa es lo suficientemente grande como para tener forma casi esférica y haber despejado los alrededores de su órbita.
Esta definición no informa del tamaño mínimo necesario de un planeta para constituirse como tal, pero añade dos características importantes:
- Su masa debe ser suficiente para que su forma sea casi esférica. La forma de los asteroides de menor tamaño es irregular. Sólo a partir de una determinada masa y dimensión, la gravedad vence la rigidez y el planeta adopta una forma esférica.
- Debe haber despejado su órbita. Este criterio incluye los conocimientos actuales sobre sobre la formación de los planetas. Los planetas se formaron por un proceso mediante el que partículas menores se unieron formando otras mayores, en un crecimiento tipo "bola de nieve". Cuando se alcanza un tamaño suficiente, la partícula grande va barriendo su órbita. De este modo, cada planeta domina su zona orbital.
Los cuerpos celestes como Plutón, que cumplen la primera condición, pero no la segunda se denominan planetas enanos.
A los niños que aprenden hoy en la escuela los nombres de los planetas del Sistema Solar no les supondrá problema recordar los ocho nombres. A nosotros, sin embargo, nos costará retirar a Plutón de su clasificación planetaria.
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