La naftalina es el nombre asignado comercialmente al sólido blanco orgánico de olor fuerte, aunque no desagradable, llamado naftaleno.
También se llama alquitrán blanco y se usa en forma de bolas y bolsitas antipolilla para ahuyentar a estos insectos.
Se obtiene fundamentalmente a partir de alquitrán de hulla, pues es su componente principal, aunque no siempre ha sido así.
Desde los años 60 hasta los años 90 el naftaleno se producía a partir del refinado del petróleo.
Industrialmente, al destilar alquitrán de hulla se obtiene un aceite con el 50% de riqueza en naftaleno y otros compuestos aromáticos.
Este aceite se lava con una disolución de sosa (NaOH) para eliminar los componentes ácidos como los fenoles y con ácido sulfúrico (H2SO4) para eliminar los básicos. Posteriormente se somete a una destilación fraccionada. El naftaleno bruto resultante es del 99% de riqueza en peso.
Estructura del naftaleno |
Modelo de bolas |
Su estructura es la de dos anillos de benceno fusionados, luego, se trata de un hidrocarburo aromático policíclico.
Pese a que todo el mundo asocia a la naftalina con las polillas, la mayor parte de este hidrocarburo aromático se destina a la producción de colorantes, tensoactivos, agentes de curtidos y, sobre todo, a la producción de anhídrido ftálico que es un importante reactivo de síntesis.
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