Ernest Rutherford, hijo de un granjero escocés y una maestra inglesa, nació en Nueva Zelanda el 30 de agosto de 1871.
Fue un alumno brillante, estimulado por sus padres y sus maestros. en la escuela siempre destacó, y no sólo por sus estudios, pues era, además, un gran jugador de rugby.
Ingresó en la Universidad en el Canterbury College. Muy temprano manifestó Rutherford su habilidad e imaginación en la experimentación.
Demostró que el hierro podía magnetizarse utilizando altas frecuencias.
Tras su licenciatura consiguió la única beca de Nueva Zelanda concedida para estudiar Matemáticas. A los 23 años obtuvo el título de Bachelor of Science e ingresó eln el prestigioso Laboratorio Cavendish de Cambrigde, bajo la dirección de J. J Thomson. Años más tarde sustituiría a su maestro.
En 1895 comenzaron sus estudios sobre el efecto de los rayos X en los gases. Maestro y discípulo observaron que los rayos podían ionizar el aire y descubrieron que las partículas cargadas que se producían se recombinaban para originar átomos neutros.
En 1896, Becquerel descubrió una radiación desconocida en el uranio (radiación uránica). Tres años después, Rutherford publicó un documento en el que estudiaba la aplicación de esas radiaciones en la ionización del aire y su poder de penetración al situar al uranio entre dos placas cargadas.
Sus observaciones le llevaron al descubrimiento de dos tipos de radiaciones:
- Rayos alfa, radiación muy energética, pero con poco alcance o poco penetrante.
- Rayos beta, radiación más penetrante o con mayor alcance.
En 1907 se traslada a Manchester y trabaja en su universidad junto a Hans Geiger. Ambos inventaron un contador que permite detectar las partículas alfa emitidas por las sustancias radiactivas (germen del futuro Contador Geiger). Este dispositivo les permitió hacer una excelente estimación del Número de Avogadro.
En 1908 demuestra lo que ya intuía sobre los rayos alfa: son núcleos de helio, es decir, átomos de helio con dos cargas positivas resultado de la pérdida de dos electrones He+2).
Ese mismo año recibe el Premio Nobel de Química en reconocimiento a sus investigaciones de la desintegración de los elementos. Le resultó un poco decepcionante que le entregaran el de Química, pues él se consideraba más físico que químico.
Su gran descubrimiento científico fue el Modelo Nuclear, es decir, el descubrimiento del núcleo atómico. Pero eso será objeto de una nueva entrada en este blog, para explicar el ingenioso experimento con más detenimiento.
Con el comienzo de la Primera Guerra Mundial en 1914 se concentra en los métodos acústicos de detección de submarinos.
En 1919 consigue la primera transmutación artificial. Bombardeó nitrógeno con partículas alfa y observó el destello producido por los protones al impactar sobre una pantalla de sulfuro de zinc (ZnS).
Si realizaba la misma experiencia con aire o con nitrógeno puro se obtenía mayor número de destellos.
Los rayos alfa al golpear los átomos de nitrógeno producían un protón y se transmutaban en oxígeno al absorber la partícula alfa.
Recibió todo tipo de honores en vida: fue Presidente de la Royal Society, consiguió el Premio Nobel de Química, las Medallas de Franklin y Faraday...
Era reconocido y admirado por sus colegas y discípulos. Sus alumnos le respetaban profundamente, no sólo por sus trabajos o el mito que le rodeaba, sino por su atractiva personalidad y jovial actitud ante la vida.
Un discípulo suyo le apodó "el cocodrilo", no por ser temible o peligroso. Se debía a su enorme fuerza.
Murió el 19 de octubre de 1937 tras una operación menor por un accidente doméstico. Fue enterrado, con todos los honores, en la Abadía de Westminster junto a Newton y Kelvin.
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