Esto Me Suena


Cuando un objeto, como una campana, vibra en el aire, esta vibración provoca compresiones y descompresiones periódicas que se transmiten de unas zonas a otras sucesivamente.

Al llegar estas ondas sonoras al oído, el cerebro las percibe como sonidos. El sonido, por tanto, es una sensación percibida por el sentido del oído y que es generada por estas ondas de presión.

Las ondas sonoras son mecánicas (necesitan un medio  material para propagarse) y longitudinales (la dirección de propagación del movimiento ondulatorio es la misma que la dirección de vibración de las partículas alcanzadas por la onda).

Por eso no pueden propagarse en el vacío (ausencia de aire).



La velocidad de propagación del sonido está relacionada con la proximidad de las partículas del medio material de propagación; por eso es mayor en los sólidos que en los líquidos y en éstos es mayor que en los gases.

Cuando un movimiento ondulatorio cambia de medio material, varía tanto la velocidad de propagación como la longitud de onda, pero ni el período ni la frecuencia varían.

Por esta razón, bajo el agua la frecuencia del sonido procedente del aire se mantiene, pero aumenta su velocidad de propagación y por tanto, su longitud de onda.

La velocidad de propagación varía muy poco con la temperatura en sólidos y líquidos, pero no ocurre así en gases.

Según la teoría cinética de gases, al aumentar la temperatura aumenta la probabilidad de choques entre las moléculas gaseosas y la velocidad de propagación del sonido en el aire varía con la temperatura del mismo según la ecuación:





Ahora, podemos contestar la pregunta: ¿Por qué los sonidos lejanos se oyen mejor de noche que de día? Siempre parece que la noche con su oscuridad es propicia para la escucha de sonidos...

La velocidad del sonido es mayor en el aire caliente que en el aire frío, por lo que el sonido se refracta al pasar de una capa a otra (la refracción es el cambio de dirección debido al cambio de velocidad de las ondas sonoras).  

Durante el día están más calientes las capas de aire más cercanas al suelo que las capas superiores y por eso, las ondas sonoras se refractan en estas capas, curvándose hacia arriba. Por esta razón es más difícil recibirlas.

Durante la noche ocurre a la inversa; las capas de aire en contacto con el suelo están más frías que las superiores, el sonido se desvía hacia abajo y es más fácil captar las ondas sonoras.


 


Comentarios

Publicar un comentario