Ío, Europa, Ganímedes y Calisto en comparación con La Tierra y la Luna |
Europa es el menor, aunque el más interesante de los cuatro satélites de Júpiter, avistados por Galileo el 7 de enero de 1610.
Rapto de Europa de Gustave Moreau (1869) |
Recibe su nombre de la mujer (según la mitología griega) que fue raptada por Zeus convertido en toro blanco. Posteriormente daría nombre, también, a nuestro continente.
La composición de Europa es de rocas silíceas. El color rojizo de las rocas de su superficie puede deberse a sales de sulfato de magnesio, de sulfuros (procedentes de Ío) o a compuestos de hierro.
La sonda Galileo ha detectado un campo magnético creado por Europa debido a su interacción con el campo magnético de Júpiter. Este hecho sugiere la presencia de una capa fluída, en concreto un océano líquido de agua salada.
Puede que contenga un pequeño núcleo metálico de hierro.
Tiene una capa externa de agua de unos 10 a 100 Km de espesor, que corresponde a una capa de hielo en la corteza y otra parte de océano líquido bajo el hielo.
Al contener Europa gran cantidad de agua líquida y ésta gran cantidad de oxígeno (mayor incluso que en nuestros mares), se postula la posibilidad de vida microscópica debida a microorganismos o formas más complejas.
Recientemente, al analizar los datos suministrados por el telescopio espacial Hubble, se ha constatado la presencia de altas cantidades de oxígeno molecular (O2).
La intriga se debe a la explicación de la presencia de esta molécula. Lo más normal es que el oxígeno se combine con otros elementos formando óxidos y por eso, la aparición de la molécula libre en la atmósfera es indicativa de algún tipo de función fotosintética que pueda generarlo.
En La Tierra, por ejemplo, el oxígeno de la atmósfera no existía hace 3000 millones de años. Se cree que el que existe en la actualidad (21% de O2 en volumen) se debe a la labor realizada por plantas y algas desde entonces.
Si la vida desapareciera de nuestro planeta, probablemente, no tardaría en desaparecer el oxígeno del aire, pues se emplearía en la oxidación de los metales de la superficie terrestre.
Por ello, una de las explicaciones más plausibles de la presencia de oxígeno en Europa es que puede haber allí algún tipo de vida fotosintética.
El problema que aparece ahora es la temperatura. La temperatura de Europa es de -145ºC (extremadamente fría), su atmósfera demasiado débil (con una presión inferior a una cienmillonésima de la terrestre) y con una escasa radiación procedente del Sol como para mantener un tipo de vida similar a la que conocemos en La Tierra.
Ahora bien, igual que en nuestro planeta hay organismos adaptados a condiciones extremas -extremófilos-, ¿podría existir algún tipo de organismo "europeo" que se hubiera adaptado a esas condiciones tan duras?.
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