Suave Como La Seda

Gusanos de seda

Definitivamente, me encanta la seda. Es un tejido natural exquisito, con una maravillosa caída, una historia fascinante y un delicado tacto, sobre todo en contacto con la piel.

Se llama seda a la fibra natural formada por proteínas. Aunque son muchos los insectos que fabrican fibras de seda, solo la producida por las larvas del Bombyx mori son las utilizadas industrialmente.

La mariposa o gusano de seda es un insecto del norte de Asia. Se cría en muchas regiones del mundo para aprovechar el capullo que protege a su crisálida.

Este capullo está formado por un largo filamento de seda producido por la oruga en su fase de metamorfosis.

Una antigua leyenda china atribuye a la emperatriz Xi Ling-Shi su descubrimiento mientras tomaba el té bajo una morera de su jardín del Palacio Real.

Algo cayó en la taza de té y cuando fue a extraerlo se deshilachó. La emperatriz, que era una experta tejedora, comenzó a tejer con esta fibra y guardó el secreto de la belleza de la tela de sus vestimentas.


La seda en un principio se reservaba exclusivamente para los miembros de la Familia Real. Los emperadores chinos se esforzaban en mantener el secreto del tejido, pero se fue extendiendo por toda Asia.

La ruta de la seda
Se cree que la antigüedad del uso del tejido se remonta a más de 3000 años.

A pesar de su popularidad no llegó a Europa hasta el año 550 d.C a través del imperio bizantino.


Los comerciantes venecianos trataron la seda con frecuencia y por eso los productores se asentaron en Italia (en concreto la producida en Como ha sido considerada como la más preciada del mundo).

La proteína de la seda se llama fibroína y está compuesta por la unión de los aminoácidos glicocola, alanina y serina en la estructura Gly-Ser-Gly-Ala-Gly... La proteína adopta una forma de lámina-beta.

La elevada proporción de glicocola, que es uno de los aminoácidos más pequeños, permite un mayor empaquetamiento en la molécula. Por esta razón las fibras de seda son fuertes y resistentes al estiramiento.


La resistencia a la tensión se debe a la formación de enlaces peptídicos entre los aminoácidos.

Al tener una forma de lámina-beta, si se estira el tejido las fuerzas se transmiten por las láminas y la fibra no se rompe.

Aunque es una de las fibras naturales más fuertes, pierde un 20% de su fuerza si está húmeda. También se vuelve amarillenta por la transpiración.

Es un tejido sensible a la luz solar y su estructura se debilita si se expone mucho al sol.

Refleja la luz a diferentes ángulos por su peculiar estructura y eso es lo que le aporta el brillo natural.

Es vulnerable a los insectos como las polillas, por lo que debe guardarse siempre limpia.

Entre sus usos destaca la fabricación de ropa (vestidos, saris, corbatas, los espectaculares pañuelos o carrés de seda, camisones, sábanas...), paracaídas, puntos de sutura quirúrgica reabsorbibles, chalecos antibalas (hasta la segunda guerra mundial) etc




Y cómo no mencionar esas maravillosas obras de arte del bordado en seda que son los mantones de Manila.


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