El Teflón (No Dejo Que Nada Se Pegue A Mi)


El teflón es el nombre comercial del polímero PTFE o politetrafluoroetileno. Es similar al polietileno (PE), sólo que los átomos de hidrógeno han sido sustituidos por átomos de flúor. Su monómero es el TFE o percloroetileno.

El creador del polímero fue el químico Roy Plunkett, mientras trabajaba en la empresa Dupont, en 1938.

Se encontraba trabajando en el desarrollo de sustancias refrigerantes o freones a partir de tetrafluoroetileno. 

Construyó una planta piloto e introdujo el TFE en cilindros refrigerados con nieve carbónica.

Pensó que su experimento de reacción del compuesto con otras sustancias había fracasado al detenerse el flujo de gas, pero observó con sorpresa que se había formado un nuevo polvo blanco, que resultó ser el nuevo polímero.

Este nuevo polímero tenía una excelentes propiedades: era inerte (no reaccionaba) a todos los disolventes, bases y ácidos disponibles.

Esto es debido a la protección que le confieren los átomos de flúor a la cadena carbonada.

Como no es reactivo, carece de toxicidad, es impermeable, aislante eléctrico, flexible, no es vulnerable a la luz y es capaz de soportar un amplio rango de temperaturas; desde -270ºC hasta 270ºC (a partir de este valor empieza a agrietarse y producir vapores tóxicos.

Su mejor cualidad, sin duda, es la antiadherencia

Después de emplearse con diversos fines industriales: revestimientos de aviones, cohetes y naves espaciales (por las altas temperaturas que es capaz de soportar), rodamientos que no necesitaban aceite para deslizarse... el teflón comenzó a dejarse ver en la cocina en los años 60 como revestimiento de sartenes.

En la cocina los átomos o moléculas de la superficie de la sartén pueden formar endebles uniones con las moléculas de los alimentos, pero las moléculas de teflón son únicas pues no forman un iones con nada.

El PTFE sólo está formado por dos tipos de átomos, C carbono y F flúor, en una proporción de 4 átomos de flúor por 2 de carbono. Miles de estas moléculas de seis átomos se unen en largas hileras, con un esqueleto carbonado (los átomos grises de la foto superior), y átomos de flúor (de color verde) tiesos como púas.

El flúor es un átomo que muestra muy poca tendencia a reaccionar con otros átomos, una vez que ya lo ha hecho, uniéndose confortablemente a un átomo de carbono. Estos átomos de flúor forman una "coraza" que protege a los carbonos de cualquier alianza con otras moléculas.

Esta es la razón de que no se pegue nada al PTFE, incluídas las moléculas de huevo, carne, pescado o bizcocho.

Tampoco permite que se adhieran la mayoría de líquidos. Probad a echar unas gotas de agua o aceite en una sartén antiadherente y lo comprobaréis.

Ahora podréis preguntarme, ¿si el teflón no deja que nada se pegue a él, cómo conseguimos pegarlo a la sartén? Pero eso es objeto de una próxima entrada...

Hasta en impermeables para perros...




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