El mayor órgano humano (o animal) es la piel. Su superficie es de 2 m2, su espesor varía entre el medio mm de los párpados y los 4 mm del talón y su masa aproximada es de 5 Kg.
Es nuestra barrera protectora que nos aísla del medio circundante, protegiéndonos y manteniendo las estructuras. Almacena agua, grasa y vitamina D.
Nos protege del calor, la luz, las lesiones y las infecciones, además de controlar la temperatura corporal.
De la piel dependen otras estructuras anexas como el pelo, las uñas, las glándulas sebáceas y las sudoríparas.
Consta fundamentalmente de dos capas: epidermis que es la superior o externa y la dermis (interna o inferior).
La piel consta de varios tipos de corpúsculos:
- de Meissner: presentes en el tacto de la piel sin pelos, palmas, plantas, yema de los dedos, labios, punta de la lengua, pezones, glande y clítoris.
- de Krause: generan la sensación de frío.
- de Paccini: sensibles a la sensación de presión.
- de Ruffini: registran el calor.
- de Merckel: responsables del tacto superficial.
La piel masculina es más gruesa que la femenina debido a la mayor cantidad de andrógenos (hormonas sexuales masculinas) en los hombres. Por eso producen mayor secreción sebácea que las mujeres.
La epidermis está formada por dos tipos de células: los queratinocitos los melanocitos (o pigmentocitos).
La queratina (del griego keros o cuerno) es una proteína fibrosa, rica en azufre y es el componente principal de las capas externas de la epidermis y de otros tejidos derivados (pelo, uñas, plumas, cuernos, pezuñas...)
Queratina |
Los melanocitos son otras células de la epidermis que producen melanina. Es un pigmento presente en la piel, ojos y pelo, cuya función es absorber los rayos ultravioleta (uv) evitando los daños al ADN celular.
Melanina |
Hay dos tipos de melanina: eumelanina (pigmento color marrón-pardo) y feomelanina (pigmento rojo-amarillento).
Hay variaciones en la melanina según los individuos y el grupo étnico. La genética también interviene proporcionando aumento o disminución de melanina en la piel.
Algunos individuos (animales o humanos) carecen de melanina o tienen mínimas concentraciones de ellas, lo que da lugar al albinismo.
Cuando la piel está expuesta al sol los melanocitos fabrican más pigmento haciendo que la piel se oscurezca: es el bronceado.
La renovación de la epidermis oscila entre 15 y 18 días. Este dato es importante, porque hasta transcurridos 18 días desde el inicio de un tratamiento no existe una renovación celular.
La dermis desempeña una función protectora y representa la segunda línea de defensa contra los traumatismos. Su grosor es de 20 a 30 veces mayor que el de la epidermis.
En cualquier caso y como dice el título, todo es cuestión de piel. Decimos que se nos "eriza el vello en la piel" o que "se nos pone la piel de gallina". A todos nos gusta acariciar la suave piel de un bebé y cuando estamos enamorados no queremos dejar de estar "piel con piel"...
Será el órgano más grande de nuestro cuerpo, pero de lo que no hay duda es que es el más sensible.
Comentarios
Publicar un comentario