Un Gran Químico En Segovia


Joseph Louis Proust nació en la ciudad francesa de Angers en 1754. Su padre era farmaceútico y fue en la botica paterna en la que adquirió sus primeros conocimientos sobre química y botánica.

Estudió en París, pese a la oposición de sus padres y allí conoció a Lavoisier. Cuando contaba con 32 años fue reclamado por el gobierno español a instancias de Carlos III, gracias a la recomendación de Lavoisier.

Vino a Madrid a enseñar química, pero enseguida se trasladó a Segovia para enseñar química y Metalurgia en el Real Colegio de Artillería de Segovia (situado en el Alcázar).

Durante 13 años (hasta 1799) impartió cursos de cuatro meses a razón de tres lecciones semanales.

A la entrada del  Alcázar
El laboratorio del Real Colegio estaba dotado con los mejores medios de la época y en él Proust pudo realizar numerosas experiencias sobre la composición de las sustancias.

Entre 1794 y 1799 enunció la Ley de las proporciones definidas, según la cual las sustancias puras se combinan en proporciones constantes o fijas para proporcionar otras sustancias nuevas.


Esta ley le llevó a una disputa pública con otro químico francés, Claude Louis Berthollet, que defendía la postura contraria, afirmando que los compuestos obtenidos variaban en su composición dependiendo del método de síntesis.


Hasta 1811 Proust no logró que el prestigioso químico sueco Berzelius reconociese su enunciado, que sentó las bases para la Teoría Atómica de Dalton.

Durante su estancia en Segovia, Proust publicó "Anales del Real Laboratorio de Química de Segovia", dos tomos aparecidos en 1791 y 1795.

En 1799 se funda en Madrid el Laboratorio Real y Proust es requerido para ocuparse de su dirección.

Proust participó ese año en la redacción y edición de la primera revista española dedicada a las Ciencias Naturales: "Anales de Historia Natural" que en 1801 pasó a llamarse "Anales de Ciencias Naturales".


En Madrid compaginó investigación y enseñanza. Destacan sus estudios sobre el azúcar (él observó la semejanza entre el azúcar de las uvas y el de la miel, glucosa en ambos casos); investigaciones que le solicita el gobierno español ante la escasez de azúcar de caña en 1806.

Ese año regresa a Francia por motivos familiares. Rechaza, incluso, una tentadora oferta de una empresa industrial francesa. La situación política le impide regresar a Madrid. Además la abdicación de Carlos IV en 1808 hace que se retiren los fondos del Laboratorio Real.

El legado de Proust, su laboratorio y la biblioteca de la Real Academia de Artillería de Segovia se perdieron durante la invasión francesa.



En la actualidad, a la izquierda de la entrada del Alcázar de Segovia, se encuentra un pequeño edificio en cuya fachada se puede leer el cartel "Casa de la Química".

Todos los veranos acudo a Segovia y nunca he encontrado el recinto abierto al público, ni nadie me ha sabido dar una explicación de lo que allí se encuentra...

¡Qué decepción, tanto por ser química como por ser hija y mujer de segovianos!


Comentarios

  1. Pues otro segoviano va a tratar de quitarte esa decepción. Para empezar te diré que efectivamente las leyes de Proust (esto me lo tendrás que aclarar, porque siempre he oído esta expresión en plural y en tu entrada hablas sólo de una ley) fueron redactadas por este científico francés en la llamada "Casa de la Química". La verdad es que me gustaría presumir de segovianismo diciéndote que gracias al encanto de mi ciudad natal Proust encontró la inspiración....pero no diría la verdad. Efectivamente, Proust trabajó en Segovia sólo porque en el Alcázar había colocado Carlos III El Real Colegio de Artillería con uan importante financiación para estudiar aplicaciones militares: por eso creó junto al Alcázr el edificio dedicado al estudio de la química, al que acudió Proust.
    Cuando el alcázar se incendia a finales del siglo XIX, Carlos III traslada el Colegio de Artillería al antiguo convento de San Francisco (en la calle que por eso se llama San Francisco, donde vas con tu madre a comprar la carne...), al que convierte en la Academia de Artillería de Segovia (fíjate, es donde yo hice la "mili"). El Alcázar quedó sólo como archivo histórico militar, función que sigue teniendo actualmente (es uno de los archivos militares más antiguos e interesantes de Europa). La razón por la que siempre te has encontrado cerrada la Casa de la Química es porque este edificio, que albergó el laboratorio de Proust que hace más de un siglo fue desmantelado,es propiedad del Patronato del Alcázar, y se utiliza como parte del archivo histórico militar (es decir, que el archivo está dividido entre ciertas dependencias del Alcázar y la Casa de la Química). Por tanto, no está abierto al público, sólo pueden acceder quienes dispongan de un permiso del Ministerio de Defensa para estudiar el archivo.
    En fin, de su primitivo uso científico lo único que queda son algunos antiguos documentos de carácter científico-militar.
    Hace poco me ha llegado la noticia de que Defensa ha cedido una parte de la Casa de la Química a una institución privada para que acondicione una cafetería preparada para el turismo que visita el Alcázar, que abriría en septiembre: si es así, este segoviano promete invitarte a tomar un café en lo que fue el laboratorio de Proust para que se te pase la decepción por no haber podido acceder al edificio.
    Un beso: Fernando (coordinador de bachillerato)

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  2. Fe de erratas: el cambio de ubicación de la Academia de Artillería a San Francisco no lo hizo Carlos III (llevaba muerto casi un siglo) sino que se efectuó al final del reinado de Isabel II.

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  3. Muchísimas gracias por la aclaración, Fernando !!

    Y acepto la invitación a un café, ja ja ja

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