El origen de las enfermedades a lo largo de la historia ha sido un misterio. En muchas culturas se ha creído que la causa era un castigo divino y la primera explicación racional atribuía a los miasmas el origen de las enfermedades infecciosas.
Se denomina miasma a las emanaciones procedentes de la descomposición de la materia orgánica que aparecían tanto en el aire como en las aguas. Mi madre sigue utilizando la palabra miasma en lugar de microbio (la razón creo que se debe a que mi abuelo nació en 1899 y él creció en un ambiente en el que se atribuía a la falta de higiene, la corrupción de los alimentos y al aire viciado el origen de muchas enfermedades).
El joven médico alemán Robert Koch (1843-1910) fue el primero en relacionar a los microorganismos con las enfermedades.
Centró sus primeros estudios en el carbunco, enfermedad del ganado que a veces afecta a las personas. Analizó sangre de enfermos al microscopio y observó que en todas las preparaciones aparecía una bacteria (hoy conocida como Bacilus anthracis).
Experimentó con cobayas sanos a los que inyectó sangre de ratones enfermos, comprobando que morían tras enfermar de carbunco y que en su sangre aparecía la misma bacteria.
Koch también descubrió el bacilo de la tuberculosis, que lleva su nombre, en 1882 y el del cólera en 1883 en la India.
Recibió el Premio Nobel en Medicina en 1905 por sus trabajos sobre la tuberculosis.
Tan importante como el descubrimiento de los agentes patógenos de la tuberculosis o el cólera, son los Postulados de Koch, los requisitos básicos para que una enfermedad sea considerada como infecciosa:
La palabra microbio procede del griego: "micro" o diminuto y "bios" vida. Son seres vivos sólo observables con el microscopio. También se llaman microorganismos o gérmenes.
La GEBA (Enciclopedia Genómica de Bacterias y Arqueas) reúne a todos los microorganismos que viven en la Tierra. Se calcula la friolera cifra de 10 elevado a 30 (un 1 seguido de 30 ceros o un millón de cuatrillones) solo incluyendo a los procariotas o unicelulares.
Los microorganismos engloban a diferentes organismos: procariotas (bacterias), eucariotas (protozoos), algunas algas y hongos e incluso virus.
En cuanto al tamaño, si el virus fuera comparable a una pelota de tenis, la bacteria sería el correspondiente a media cancha y la célula eucariota equivaldría a un estadio de fútbol.
Muchos son patógenos, pero la mayoría no son en absoluto perjudiciales e incluso son beneficiosos, teniendo un papel clave en la biosfera.
Los agentes infecciosos (gérmenes o microbios) son parásitos que invaden a otro ser vivo, denominado huésped, reproduciéndose en su interior o sobre él y ocasionando daños en sus tejidos.
Los síntomas de la infección son el resultado de ese daño tisular. Si el cuadro de síntomas de una enfermedad es complejo, varía de unos individuos a otros y su causa no es específica se habla de síndrome.
Entre los agentes infecciosos destacan:
Koch también descubrió el bacilo de la tuberculosis, que lleva su nombre, en 1882 y el del cólera en 1883 en la India.
Recibió el Premio Nobel en Medicina en 1905 por sus trabajos sobre la tuberculosis.
Tan importante como el descubrimiento de los agentes patógenos de la tuberculosis o el cólera, son los Postulados de Koch, los requisitos básicos para que una enfermedad sea considerada como infecciosa:
- El microorganismo debe aparecer en todos los individuos que presentan la misma enfermedad.
- El microorganismo debe ser obtenido del individuo enfermo y debe poder aislarse en un medio de cultivo.
- El microorganismo procedente de un cultivo debe causar la misma enfermedad si se inocula a otro huésped.
- El individuo al que se infecta de manera experimental tiene que contener al microorganismo.
La GEBA (Enciclopedia Genómica de Bacterias y Arqueas) reúne a todos los microorganismos que viven en la Tierra. Se calcula la friolera cifra de 10 elevado a 30 (un 1 seguido de 30 ceros o un millón de cuatrillones) solo incluyendo a los procariotas o unicelulares.
Los microorganismos engloban a diferentes organismos: procariotas (bacterias), eucariotas (protozoos), algunas algas y hongos e incluso virus.
En cuanto al tamaño, si el virus fuera comparable a una pelota de tenis, la bacteria sería el correspondiente a media cancha y la célula eucariota equivaldría a un estadio de fútbol.
Muchos son patógenos, pero la mayoría no son en absoluto perjudiciales e incluso son beneficiosos, teniendo un papel clave en la biosfera.
Los agentes infecciosos (gérmenes o microbios) son parásitos que invaden a otro ser vivo, denominado huésped, reproduciéndose en su interior o sobre él y ocasionando daños en sus tejidos.
Los síntomas de la infección son el resultado de ese daño tisular. Si el cuadro de síntomas de una enfermedad es complejo, varía de unos individuos a otros y su causa no es específica se habla de síndrome.
Citomegalovirus (Herpes) |
- Virus. Son parásitos celulares, pues necesitan a las células para reproducirse. Son difíciles de eliminar debido a que deben destruirse las células que invaden. La gripe, los resfriados, el SIDA... pertenecen a este grupo.
- Bacterias. Son unicelulares y procariotas y su reproducción no depende de la invasión a otras células. Enfermedades producidas por bacterias son, entre otras, el cólera, el carbunco, la tuberculosis...
- Protozoos y hongos. Los primeros son unicelulares y eucariotas y los hongos son uni o pluricelulares. El paludismo o la enfermedad del sueño las causan protozoos y el pie de atleta o la candidiasis, son causadas por hongos.
Diferentes tipos de bacterias |
¡Qué bien, Marta! ¡Me encanta esta entrada!, porque aclaras la diferencia científica entre "miasma" y "microbio" =) Es cierto, mucha gente los usa como sinónimos totales, cuando no lo son.
ResponderEliminarYo quisiera remarcar mi debilidad por " miasma". En primer lugar, me gusta que sea masculino y que termine en -a; ¡esa es otra! ¡¡¡Lo que la gente lo emplea en femenino!!!). En segundo: si su USO es subjetivo e HIPERBÓLICO a mí me resulta muy divertido, precisamente por esa creencia antigua según la cual los cuerpos enfermos desprendían efluvios malignos que podían contagiar a través del aire a quienes se encontraran cerca, como si en su interior la materia se hallara en estado de putrefacción, jajajajaja...
¡Genial tu post, Marta!
Un besote *=)
Muchas gracias, Pilar! ;) :)
ResponderEliminarA mi me encantan tus aclaraciones relativas a las palabras!! También a mi me gusta la palabra "miasma"... Siempre se la oí a mi madre de niña y me resulta muy nostálgica, como de otros tiempos, muy, muy pasados. De hecho, preguntándoles a mis hijos por su significado me dijeron que no conocían la palabra.
De todas formas, al estar rodeados de tantos "bichos" no es ninguna tontería seguir la recomendación de nuestras madres, que no sabían nada de ciencia pero tenían un enorme sentido común, de lavarnos las manos al venir de la calle y antes de comer...ja,ja,ja
Un besote