La Toxina Botulínica (El Bótox)


La Botulina o toxina botulínica es una neurotoxina elaborada por la bacteria Clostridium botulinum. Este microorganismo es un bacilo terrestre con forma de varilla que se desarrolla mejor en condiciones de falta de oxígeno.

Forma esporas que le permite sobrevivir en condiciones latentes. Las latas de conservas vegetales, sobre todo, se hierven a altas temperaturas y presiones para destruir a las esporas.

El bacilo puede aparecer en cualquier alimento de origen animal o vegetal, pero es en las conservas -especialmente caseras- en el lugar en el que aparecen prácticamente la totalidad de los brotes.


Si una conserva está deformada o abombada, desconfía: si encima desprende gas al abrirla lo más probable es que esté contaminada por botulinum C.

El crecimiento de la bacteria puede ser prevenido por adición de sustancias ácidas (ácido cítrico del limón o vinagre), por alta concentración de azúcares (no aparece en mermeladas por esta causa), por elevada concentración de oxígeno o escasa humedad.


El agente patógeno no es la bacteria, sino la proteína botulina

La toxina botulínica es un péptido soluble en agua, incolora, inodora e insípida que se puede inactivar por medio del calor (más de 85ºC durante 5 minutos)o bien por el uso de agua y jabón o con los métodos habituales de potabilización del agua.

Es un agente de intoxicación, un potente veneno que produce el botulismo, una enfermedad cuyos síntomas son los vómitos, náuseas, sequedad en la boca y parálisis muscular progresiva que puede afectar a la función respiratoria y causar la muerte por asfixia.

Su uso como arma química o biológica es extremadamente peligroso e incluso está prohibida por la Convención de Ginebra y por la Convención sobre Armas Químicas. Es la sustancia más letal conocida: 1 g de toxina podría matar a un millón de personas.

Pero no todo en ella es malo: como siempre depende de la dosis... Entre sus aplicaciones destacan:
  • Empleo en medicina como tratamiento para hiperhidrosis (exceso de sudoración); en neurología ("tics" nerviosos y migrañas); en oftalmología (caída involuntaria de los párpados); en tratamientos de dolor facial severo (neuralgia de trigémino)...
  • La toxina de tipo A es una sustancia realmente eficaz en el tratamiento médico estético de las arrugas de expresión. Su nombre comercial es Bótox.

Se pincha en dosis muy pequeñas y controladas en diversos puntos faciales como la frente, "el código de barras" o arrugas entre nariz y boca en personas fumadoras, "patas de gallo" y arrugas de expresión...

Su poderoso efecto se debe a que bloquea selectivamente la liberación de un neurotransmisor, la Acetilcolina A desde la terminal nerviosa y provocando la parálisis del músculo afectado.



¿Por qué el pinchazo si no lo necesita?

Transcurridos entre tres y seis meses de la inyección se restablece por completo la señal muscular de liberación de acetilcolina por la formación de nuevos terminales nerviosos.

Por eso, no es un tratamiento único, sino que es preciso "pinchar" dos veces al año para volver a revertir el proceso. Además (es mi opinión personal) genera rostros inexpresivos y rígidos, precisamente en personas como las actrices que tienen que utilizar los gestos para transmitir emociones y sentimientos.






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