Se denomina COLTÁN a la roca de color gris oscuro metálico formada por los minerales COLumbita (mena del niobio o columbio) y TANtalita (mena del tantalio).
El mineral coltán es un niobato-tantalato de hierro y manganeso con una fórmula compleja (Fe, Mn) (Nb,Ta)2 O6.
Es un ejemplo de como una rareza en la naturaleza por su escasez se convierte en un mineral estratégico por sus aplicaciones: ordenadores portátiles, móviles, pantallas de plasma, satélites, estaciones y vehículos espaciales, aceleradores de partículas, trenes magnéticos, cirugía...
Sin el coltán nuestros gadgets no existirían, pues un componente esencial de los circuitos electrónicos, el
condensador de tantalio, se produce con el tantalio extraido del coltán.
El tantalio (Ta) es un metal con unas ventajosas propiedades físicas y químicas. Presenta un carácter ultrarrefractario por su elevada resistencia al calor (su punto de fusión es de 2980ºC), unas propiedades eléctricas únicas (que permiten fabricar chips más pequeños y duraderos) y una enorme resistencia a la corrosión (no reacciona con ácidos apenas).
El mineral extraído se trata con HF (ácido fluorhídrico) y ácido sulfúrico a elevada temperatura. La disolución acuosa obtenida de tántalo-niobio se somete a extracción en columnas con disolventes orgánicos (como la metilisobutilcetona).
La República Democrática del Congo dispone del 80% de las reservas mundiales estimadas de este mineral, pero su riqueza se convirtió en su desgracia.
El mineral enseguida se convirtió en algo tan valioso como el oro o los diamantes.
El aumento de la demanda estableció un mercado ilegal paralelo en Congo. Los suministradores de componentes y las empresas intermediarias de la industria microelectrónica e informática tuvieron ante sí el dilema de pagar a precio de mercado- y depender de los vaivenes de la cotización- o bien comprar de contrabando. No tengo que decir hacia dónde se inclinó la balanza.
Las primeras denuncias constataban la depredación de parques naturales para convertirlos en minas de coltán, desplazando o amenazando la vida salvaje y provocando graves deterioros en los ecosistemas (afectó a especies sensibles como los gorilas o los elefantes).
Enseguida se empezó a sospechar de otras cuestiones más graves. Agencias internacionales como Independent Media Center publicaron informes según los cuales la exportación de coltán sirvió para financiar a distintos bandos políticos de Congo.
El 2 de agosto de 1998 se inició un conflicto bélico (que duraría diez años) por la codicia de los países vecinos y facciones armadas que intentaron controlar la explotación de coltán.
El ejército ruandés fue el que invadió el país en 1998 con la excusa de proteger a la población tutsi de Congo. La Segunda Guerra del Congo costó la vida a 4 millones de personas.
El coltán del Congo es extraído por procedimientos primitivos similares a la extracción de oro en California hace dos siglos.
Miles de trabajadores (niños entre ellos) excavan a cielo abierto grandes agujeros en el subsuelo para extraer el mineral.
Se añade agua y el lodo formado se vierte en tubos de lavado haciendo que el mineral se deposite en el fondo por su elevada densidad.
Además se han detectado dosis de radiación en los trabajadores congoleños de la extracción de coltán, pues el uranio, torio y radio (elementos radiactivos) aparecen en la estructura cristalina de la columbita y tantalita.
Klaus Werner es uno de los pocos periodistas que ha documentado los vínculos existentes entre las compañías internacionales y el tráfico ilegal de coltán.
La mayoría del coltán sale de África de contrabando y sus ganancias no revierten en beneficios para el pueblo africano, sino en armas para los grupos rebeldes y la guerrilla.
La adopción de medidas por parte de organismos internacionales que contribuyan a paliar los problemas de la extracción del coltán son inexcusables y, por supuesto, nosotros podemos contribuir con un consumo sostenible y no caprichoso de todos esos gadgets que nos resultan imprescindibles.
¿Cómplices? |
¿Por qué todas estas grandes empresas electrónicas no añaden a su publicidad y a sus descripciones del aparato que no han utilizado "coltán de sangre"?. Es muy sospechoso: ¿no podrían al ser una afirmación falsa?
como es posible que paises que se situan como los mas megadiversos, o los mas ricos en minerales entre otras cosas como lo es el congo y muchos otros paises tengan que pagan el precio de la codicia, y tener que sacrificarse miles para sobrevivir unos cuantos.....
ResponderEliminarSi, Jairo; pero el siliceno está aún en fase de experimentación y, creo, que su precio sería bastante mayor que el del grafeno y, por supuesto, el coltán.
ResponderEliminarFíjate lo barato (tanto económica como humanamente) que resulta en Congo extraer el mineral ¿cómo se puede competir cuando la codicia hace olvidar los derechos fundamentales de las personas?
Un beso (me encanta verte por aquí)
Llevas toda la razón, gHeRaL, estamos hablando de millones de muertos y los países ricos son cómplices.
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