Aleksandr Litvinenko fue un teniente coronel del KGB que murió envenenado en extrañas circunstancias el 23 de noviembre de 2006.
Fue uno de los máximos opositores del presidente ruso Vladimir Putin y pidió asilo político en Reino Unido.
En otoño de 2001 publica en Nueva York su libro: Rusia dinamitada: Tramas secretas y terrorismo de estado en la Federación Rusa, que sirvió de inspiración para la película francesa " Atentado contra Rusia".
Cuando tuvo lugar el envenenamiento se encontraba investigando la muerte de la periodista Anna Politkóvskaya y más casos de asesinatos y tortura en Chechenia.
En un restaurante bebió su última taza de té. Un sorbo le hizo caer enfermo de inmediato y murió, tan sólo, tres semanas después.
Los médicos pensaron que la causa de su muerte había sido el envenenamiento con talio, pero tras su autopsia se desveló que el envenenamiento era debido al polonio.
El isótopo radiactivo polonio-210 es letal. Tiene un período de semidesintegración de 138 días.
La radiación que emite es de tipo alfa, que se detiene con una simple hoja de papel, pero si se ingiere puede resultar mortal.
Su asesino (según las autoridades británicas fue el espía ruso Andrei Lugovoi) debía de tener conocimientos de física nuclear, ya que la manipulación del isótopo sin resultar contaminado es extremadamente difícil.
Se encontraron trazas de Po-210 en varios lugares londinenses: en su casa de Muswell Hill, en un hotel de Grosvenor Square, en el restaurante y en el estadio de fútbol del Arsenal...
Las trazas del veneno no se van fácilmente y por eso otras 17 personas más resultaron contaminadas, entre ellas el camarero que le sirvió el té y que bebió en la misma taza horas después.
Las autoridades británicas pidieron la extradición de Andrei Lugovoi, a lo que Rusia se negó.
Las trazas del veneno no se van fácilmente y por eso otras 17 personas más resultaron contaminadas, entre ellas el camarero que le sirvió el té y que bebió en la misma taza horas después.
Las autoridades británicas pidieron la extradición de Andrei Lugovoi, a lo que Rusia se negó.
Bueno es una entrada un tanto tétrica a la par que interesante como todas las tuyas y desde aquí porque no puedo hacerlo de otra manera te mando MUCHAS FELICIDADES! y MUCHOS BESOS de la OLD SISTER, jajajaja.
ResponderEliminarMuchas gracias, guapísima !!!
ResponderEliminarEs verdad que la historia es un tanto tétrica, pero es totalmente verídica: ya sabes, la realidad supera siempre a la ficción.
He hecho entradas sobre los antiguos venenos, como el plomo y el arsénico; pero no había hablado de estos nuevos y fulminantes venenos. Son espeluznantes, verdad?
(Por cierto tenemos que mojarlo, eh!)
Un besazo gigante, my young-old sister