El violinista Boris Dinechtein en 1999, un mes antes del comienzo de la temporada de otoño de la Orquesta sinfónica Nacional de México, observaba con desesperación como su amado violín de más de 200 años era pasto de las termitas.
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| Viacheslav Dinerchtein |
Buscó soluciones desesperadamente, hasta que unos investigadores le propusieron como "tratamiento" la irradiación.
El violín fue depositado en el Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM y se estudió la cantidad de radiación necesaria para no dañar el preciado instrumento. Se llegó a irradiar una réplica para estudiar los resultados.
Se emplearon rayos gamma procedentes de una fuente de cobalto (Co-60). En sólo tres horas de irradiación el violín quedó listo para el concierto.
No es el único caso. La irradiación gamma se utiliza también en la conservación de obras de arte, defendiéndolas del ataque de hongos e insectos.
Pinturas, esculturas y otros objetos de arte históricos se han beneficiado de esta técnica y se han librado de sus "molestos inquilinos".
Como regalo auditivo: Paganini...
No es el primer caso de termitas en violines que oigo...pero claro, la gente suele jubilar su instrumento, no someterle a radiación¡
ResponderEliminarHablaré con la directora del conservatorio para que tenga en cuanta esta medida, si un día los pianos del conservatorio aparecen comidos por termitas :)
Por cierto, es muy curiosa la vida de Paganini,de como un defecto (tener los dedos kilométricos) puede convertirse en tu mejor carta.
música y química, buena combinación¡
Muchas gracias, Marta, por tus aportaciones que siempre son brillantes !
ResponderEliminarUn besazo, preciosa :)
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ResponderEliminarDesconocía este método para el control de las plagas de termitas, Sergio. Te agradezco mucho la aportación.
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