La mano izquierda de Berta Roentgen fue la protagonista de la primera radiografía de la historia.
En su dedo anular puede observarse la alianza de compromiso que le regaló su marido, el físico alemán W. C. Roentgen, descubridor de los rayos X.
En su dedo anular puede observarse la alianza de compromiso que le regaló su marido, el físico alemán W. C. Roentgen, descubridor de los rayos X.
El 8 de Noviembre de 1895, Roentgen se encontraba experimentando con los rayos catódicos cuando observó que una placa de cartón cubierta de cristales de platino-cianuro de bario emitía una fluorescencia. Ésta desaparecía al desconectar la corriente.
Descubrió que esos rayos, que él denominó X, atravesaban distintos tipos de materiales, como papel, madera, una delgada lámina de aluminio,etc, pero no el plomo.
Se dio cuenta que al sostener un aro de plomo con sus dedos, no sólo veía el aro, sino también los huesos de su mano. Se le ocurrió que podía "imprimir" la imagen en una placa fotográfica.
Entonces, pidió a su esposa que colocara la mano en el extraño aparato. Berta mantuvo la mano 15 minutos sin moverse soportando la irradación sobre la placa fotográfica: nació la primera radiografía.
Roentgen recibió por su descubrimiento en 1901 el primer PREMIO NOBEL DE FÍSICA. El premio se concedió oficialmente: "En reconocimiento a los extraordinarios servicios que ha brindado para el descubrimiento de los notables rayos que llevan su nombre".
Roentgen donó el premio a su universidad y, al igual que Pierre Curie años después, rechazó registrar la patente de su descubrimiento por razones éticas.
No quiso que los rayos X llevaran su nombre, aunque en alemán se reconozcan como: Röntgenstrahlen o Rayos de Roentgen.
Desde luego, resulta increíble su humildad y su enorme generosidad en beneficio de la humanidad.
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