El consumo de champán se asocia a celebraciones, y por eso, finalizo el año con una entrada sobre este mítico vino espumoso y os deseo un Buen 2012.
El champán se elabora a partir de muchos tipos de uva, aunque son tres los más utilizados:
- Chardonnay: uva blanca.
- Pinot Noir: uva tinta de pulpa blanca.
- Pinot meunier: otra uva tinta de pulpa blanca.
La mayor parte se hacen con mezcla de Chardonnay (60%) y Pinot noir (40%). Los champanes Blanc de blanc son 100% Chardonnay.
Según su dulzura se clasifican (de menor a mayor) en:
- Brut Nature (inferior a 3 g de azúcar por litro)
- Extra Brut
- Brut
- Extra Seco
- Seco
- Semiseco
- Dulce (superior a 50 g de azúcar por litro)
El Método Champenoise por el que se elabora este preciado vino tiene dos fases:
- Primera fase en cuba (como todos los vinos)
- Segunda fase en botella. Para reactivarla se añade azúcar y levaduras, Como en esta fermentación se produce CO2 y la botella está cerrada, el gas se disuelve en el vino. Hay que dosificar bien el azúcar pues la botella podría reventar.
Esta segunda fermentación produce sedimentos y, por eso, se colocan las botellas en unos pupitres con el cuello hacia abajo y con una inclinación de 45º.
Durante varias semanas se gira cada botella un cuarto de vuelta, dos veces al día, para conseguir que los sedimentos se acumulen en el cuello de la botella, junto al tapón.
Para eliminarlos se procede a la congelación del cuello de la botella, se descorcha, y el gas expulsa la franja congelada donde se encontraban los sedimentos.
A continuación se llena la botella con el licor de expedición que le confiere el dulzor deseado (brut, semiseco...) y se vuelve a tapar con el característico tapón.
El nombre de este vino espumoso procede de la región de Champaña (noroeste de Francia), aunque ya era conocido por los romanos-vinum titillum-.
En el siglo XVII se populariza su consumo en las cortes inglesa y francesa. En esa época era una incógnita la aparición de burbujas: se le denominaba "vino del diablo" y "salta-tapones", por las botellas estalladas y los tapones que saltaban.
En 1670 el monje Dom Pérignon (abadía benedictina de Hautvillers) introdujo unos cambios en su proceso de elaboración: selección de la uva, corcho cónico sujeto con grapa metálica y botellas de vidrio más grueso.
La primera firma de champán la fundó Nicolás Ruinart en 1729 en Épernay.
En el siglo XVIII comienza a adquirir renombre internacional gracias a Claude Moët.
En el siglo XIX se añadieron productores como la familia Bollinger o Perriet- Jouët.
Algunas damas continuaron la labor de producción tras la muerte de sus maridos: Sra. Terrier, Sra. Pommery y Sra. Clicquot (conocida esta última como la "Gran Dama de Champagne" y mi favorito).
Es habitual descorchar una botella de gran formato durante la entrega de trofeos en competiciones deportivas.
La primera competición deportiva en la que se usó Champán fue en 1907, aunque la tradición de bañar al público y a los demás pilotos al festejar la victoria se inició en Las 24 horas de Le Mans en 1967.
También es tradición estrellar una botella de champán contra el casco de un barco en su botadura (es de mal augurio que la botella no se rompa).
Chin, Chin... Salud y Feliz Año Nuevo 2012
¡¡Igualmente, Feliz año nuevo!! Me ha hecho gracia eso de 'vino del diablo', jejeje.
ResponderEliminarNo sabía el trabajo que hay detrás del champán, quizás me anime en nochevieja a tomarlo, aunque a mi el olor me echa un poco para atrás. :)
Igualmente para ti, Alex !!!
ResponderEliminarAnímate y brinda con champán, pues tienes mucho que celebrar, guapo ;)
Te deseo LO MEJOR para este Nuevo Año que comienza, y que va a ser tú Año. Feliz viaje y que disfrutes a tope!!
Un besazo
¡Feliz Año, Mikímica!
ResponderEliminarA mí me gusta más el cava, pero no es más que por el precio y, siempre, por supuesto, Brut Nature. Tiene y te da el puntito.
Lo que yo no habría adivinado nunca es que el Dom era un monje. Claro, como yo nunca lo bebo, creía que era un Don, "Don Periñón", jaja.
Feliz Año, Emi !!!
ResponderEliminarYo también soy una ferviente admiradora del cava y lo consumo infinitamente más veces que el champán, claro.
De hecho, me encanta comer con cava y no lo dejo sólo para el final, como en el caso del champán.
Estoy contigo: a mi también me gusta mucho el Brut Nature (y si es Juvé y Camps, mejor que mejor)
A ver cuando brindamos por el Nuevo Año :) ja, ja, ja..
Eso... que se me acumulan las botellas...
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