El tomate es el fruto de la tomatera (Solanum lycopersicum), planta solanácea originaria de América pero cultivada en todo el mundo.
El tomate viajó a Europa desde Tenochtitlan, capital del imperio azteca, tras la conquista española. Allí se conocía como xitomatl o "fruto del ombligo" (por eso en algunos estados de México se denomina jitomate).
En 1540 los españoles comienzan a cultivar el tomate en Europa, pues crece con facilidad en climas mediterráneos.
Aquí tenéis un magnífico bodegón de Luis Meléndez (pintor español de origen napolitano del siglo XVIII) llamado "Bodegón con tomates, berenjenas y cebollas".
Los primeros tomates cultivados en Italia eran de color amarillo y en 1554 fueron descritos por el botánico italiano Mattioti como "pomo d'oro" (manzana dorada) y de ahí procede su nombre en italiano: pomodoro.
El tomate es una importante fuente de minerales (potasio y magnesio) y vitaminas (B1, B2, B5 y C).
Presenta carotenoides como el LICOPENO. Se trata de un pigmento vegetal, liposoluble, que aporta el color rojo característico a tomates, sandías y otras frutas y verduras.
Pertenece a la familia de los carotenoides (caroteno-beta), sustancias que no sintetiza el cuerpo humano y por eso debemos aportarla con la dieta.
Posee propiedades antioxidantes y protege a las células del estrés oxidativo producido por los radicales libres.
El consumo de licopeno tiene un efecto beneficioso sobre nuestra salud y además reduce la incidencia de patologías cancerosas (sobre todo de pulmón, próstata y tracto digestivo).
Las personas con mayores índices de licopeno en sangre tienen mayor agilidad a la hora de realizar todo tipo de actividades.
El licopeno también se usa como colorante alimenticio (E-160b), sobre todo en comidas procesadas.
La salsa de tomate es una pasta elaborada con la pulpa de los tomates a la que se añade, dependiendo del tipo de salsa y del país, cebolla, ajo, chiles rojos, cilantro, albahaca, limón, aceite...
En países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia, India y Nueva Zelanda el término "tomato sauce" se refiere generalmente al ketchup.
Es una salsa de tomate condimentada con vinagre, azúcar y sal (no contiene aceite) y es fundamental en hamburguesas y perritos calientes.
En España somos unos grandes consumidores de tomate. Tenemos unos sencillos pero exquisitos platos que lo llevan en sus ingredientes: ¿a quién no le gusta un buen tazón de gazpacho fresquito en verano, o de su variedad cordobesa que crea adicción como es el salmorejo? ¿Y qué decir de una buena rebanada de pan con tomate y aceite, si además la acompañamos de unas tapas de jamón serrano?
Qué hambre!!! Me voy a comer... Buen provecho
Pero que rico, a mi me chifla el tomate en todas sus modalidades, y ese pistito manchego, ummmm, estoy salivando, gracias guapa, te dejo que me voy a cenar, por supuesto, con un buen tomate.
ResponderEliminarBesito Guapa.
Yo todos los días como tomate, en alguna o varias de sus modalidades, como tú dices, y estoy contigo: me encanta!!
ResponderEliminarDisfruta de tu cena, wapa.
Un besazo