Antoine-Laurent de Lavoisier nació en París el 26 de Agosto de 1743. Se le considera el fundador de la Química moderna.
Recibió una magnífica educación en el College Mazarino, donde no solo adquirió buenos fundamentos en materia científica, sino también una sólida formación humanista. Su padre le orientó a seguir la carrera de Derecho.
Ingresó en la facultad de Derecho, donde se graduó con 21 años, pero simultaneaba sus estudios de leyes con los de Ciencias Naturales.
Recibió una magnífica educación en el College Mazarino, donde no solo adquirió buenos fundamentos en materia científica, sino también una sólida formación humanista. Su padre le orientó a seguir la carrera de Derecho.
Ingresó en la facultad de Derecho, donde se graduó con 21 años, pero simultaneaba sus estudios de leyes con los de Ciencias Naturales.
En 1766 (a los 23 años) recibió la medalla de Oro de la Academia francesa por un ensayo sobre el alumbrado público en grandes poblaciones. En 1768 fue elegido miembro de la Academia de Ciencias.
Gozaba de una merecida reputación entre la comunidad científica al demostrar la falsedad de la idea (sostenida incluso por Robert Boyle) de que el agua podía ser convertida en tierra mediante sucesivas destilaciones.
La especulación sobre la naturaleza de los cuatro elementos tradicionales (tierra, agua, aire y fuego) le llevó a emprender una serie de investigaciones sobre el protagonismo del aire en las reacciones de combustión.
En 1771, con 28 años, al contraer matrimonio con Marie-Anne Pierette Paulze, pudo instalar un laboratorio gracias a la dote de ella. Marie- Anne fue su más estrecha colaboradora: le tradujo al inglés los artículos redactados por su esposo y le llevaba el cuaderno de laboratorio.
En 1772 presentó a la Academia los resultados de quemar elementos. El fósforo o el azufre al quemarse ganaban peso por absorber "aire", mientras que otros como el plomo mineral, lo que hacían tras calentarse era perder "aire".
A partir de los experimentos de Priestley distinguió entre un "aire" que no se combina tras la combustión o calcinación (el nitrógeno); y otro que si lo hace y al que denominó OXÍGENO (productor de ácidos).
Estas evidencias se oponían a la teoría del flogisto (aceptada incluso por Priestley), en la que esta sustancia hipotética se liberaba o se formaba en los procesos de combustión. En 1777 escribió "Memoria sobre la combustión".
En 1787 se publicó el "Méthode de nomenclature chimique", auspiciado por él y con la colaboración de Claude Louis Berthollet, en el que se clasificaron y denominaron los elementos y compuestos conocidos hasta entonces.
En 1789, con otros científicos, fundó "Annales de Chimie", una publicación monográfica dedicada a la nueva química, a la que siguió su obra "Tratado elemental de Química", en el que enunció su famosa Ley de Conservación de la materia: "la cantidad de materia al comienzo y al final de una reacción es siempre la misma".
También investigó procesos bioquímicos, anticipándose a las explicaciones sobre el proceso de respiración de animales y plantas. Concluyó que la respiración es un tipo de oxidación similar a la combustión del carbón.
Lavoisier fue un destacado personaje de la sociedad francesa de su tiempo. Fue una persona moderada que desempeñó numerosos cargos públicos. Su adhesión al impopular Fermé Générale le supuso la enemistad con Marat. Al ser funcionario de la monarquía y bajo la acusación, al trabajar en la recaudación de contribuciones, de atentar contra la salud pública, fue arrestado.
En 1794 tuvo lugar un breve juicio, en el que expusieron al tribunal revolucionario, inútilmente, todos sus trabajos. El presidente del tribunal pronunció: "La república no precisa ni científicos ni químicos, no se puede detener la acción de la justicia".
Fue guillotinado el 8 de Mayo de 1794 a los 50 años.
Joseph Louis Lagrange dijo al día siguiente: "Ha bastado un instante para cortarle la cabeza, pero Francia necesitará un siglo para que aparezca otra que se la pueda comparar".
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